La Iglesia Parroquial de la Purísima Concepción
Originariamente, debió ser un edificio de nave única, de arcos transversales y aspecto fortificado, datable a comienzos del Siglo XIV. De esta primitiva fase, se conserva la fachada de los pies, con su portada gótico-mudéjar y los dos huecos apuntalados que conformaban la antigua espadaña.
A mediados del Siglo XVI, en el costado izquierdo, se le añadió una pequeña capilla de planta cuadrada, cubierta con bóveda de crucería, dedicada a los Santos Mártires-hoy de la Virgen de los Dolores- que fue costeada en 1.554 por don Gonzalo López y su mujer doña Catalina Martín.
Años después, a instancias del vicario Antón Alonso, debió plantearse la necesidad de ampliar toda la Iglesia, comenzándose las obras por la Capilla Mayor.
El nuevo presbiterio, que presenta las características formales del gótico final, se cubrió con bóvedas de nervadura estrellada y quedó concluido en 1.563, según consta por una inscripción en uno de sus muros.
De inmediato, continuaron las obras por la nave, encontrándose ya al frente de ellas el arquitecto Hernán Ruiz II. La solución adoptada fue disponer dos grandes tramos cubiertos con bóvedas semiesféricas, decoradas con nervaduras radiales y concéntricas, diseños característicos de este maestro. El arco que separa ambos tramos apea sobre una ménsula decorada con una carátula en forma de cabeza de león, donde aparece el año 1.568.
De una fase posterior es la Capilla del Sagrario y la Bautismal, aunque esta última fue profundamente reformada en 1.912, como consta por una inscripción aún legible situada en el trasdós del arco de entrada. Del primer cuarto del Siglo XVII, es la Sacristía.
Tras el terremoto de Lisboa, Pedro de Silva diseñó la torre en 1.756, terminándose su proceso constructivo en 1.758.
Finalmente, a lo largo del siglo XIX, se le adosaron distintas estancias en el costado sur.
Su retablo mayor, de carácter pictoescultórico , es el resultado de dos fases estilísticas: Las catorce tablas del banco-que representan un apostolado más Santa Lucía y Santa Bárbara- , podrían datarse en torno a los años iniciales del Siglo XVI, mientras que las ocho tablas restantes y los dos relieves del cuerpo principal- con un programa iconográfico alusivo de la Vida de la Virgen- de mayor formato y estilísticamente más modernas, serían datables a mediados de dicha centuria, siendo el autor de los altorrelieves el escultor Bernardino de Ortega y las tablas, atribuibles al pintor Juan de Zamora. Todo el conjunto quedó finalizado en 1.545 como consta por una inscripción. A derecha del retablo, se sitúa una Imagen de la Purísima Concepción del Siglo XVII.
En el muro izquierdo, se encuentra dos cuadros, uno de San Cristobal y otro de San Lorenzo, ambos del Siglo XVII, y un retablo – marco para lienzo donde se representan a Cristo como Fuente de Vida con las Ánimas benditas del Purgatorio, del segundo tercio del Siglo XVIII.
En la pared de enfrente, se observa una Imagen del Cristo de la Vera-Cruz, del segundo tercio del Siglo XVI, y tres cuadros que representan la Aparición de Cristo y la Virgen a San Francisco y Santo Domingo; Santo Domingo y el beato Abiano de Rufo y la entrega del rosario a Santo Domingo, éste último de medio punto. Todos formaron parte de un retablo, costeado por Fabián Rufo y su mujer, dedicado a la Virgen del Rosario cuyo “nicho” fue aderezado por un tal Alonso Miguel-quizás el conocido pintor Alonso Miguel de Tovar- en 1.702.
En la Capilla de la Virgen de los Dolores se encuentra un retablo barroco entre estípites, ejecutado en 1.748 por los entalladores Bernardo Francisco, Diego Rosales y Juan González. En el banco aparece una imagen de Cristo Yacente datable en el segundo tercio del Siglo XVI, y en la hornacina una Virgen Dolorosa, de vestir, del Siglo XVIII. Finalmente, en el ático se sitúa una tabla con un San Sebastián y una Santa Mártir con la inscripción que informa del nombre de quienes fundaron hacia 1.543 la capellanía a la que servía el retablo, dedicada entonces a los santos mártires: Gonzalo López y Catalina Martín.
En la nave se contempla un lienzo de la Virgen de Guadalupe, de la primera mitad del siglo XVIII y un retablo rococó, del tercer tercio del siglo XVIII, que aloja una imagen de San José con el Niño de la misma época del retablo.
En el sotocoro, se sitúa dos pilas de agua bendita, labradas en capiteles romanos bajoimperiales y en el coro alto, una imagen de Cristo crucificado del segundo tercio del siglo XVI. Su antepecho está constituido por balaustres en forma de hermas, antiguas cabezas de la viguería de finales del Siglo XVI.
En el interior de la Capilla Bautismal se encuentra una pila del Siglo XVI y tres esculturas: La Virgen del Rosario tallada en 1.577, un San Miguel, del Siglo XVIII y un San Antonio de Padua, del Siglo XIX. Completan la decoración de este espacio dos lienzos de la segunda mitad del Siglo XVIII que representan a Santa Lucía y a Judit con la cabeza de Holofernes.
En la Capilla del Sagrario, encontramos un retablo recompuesto con elementos del Siglo XVIII. Preside la hornacina central, una imagen de la Virgen del Carmen tallada en el Siglo XX por Francisco Buiza, flanqueada por lienzos de Santo Domingo y de San Francisco, ambos de principios del Siglo XVII. El remate es un relieve muy plano de Dios Padre, de hacia 1.600.
Se conserva en la Sacristía un grabado original del Monumento del Jueves Santo de la Catedral de Sevilla según dibujo de Domingo Martínez y plancha abierta en Amberes; dos lienzos uno de San Felipe Neri y el otro de San Isidro Lbrador, de fines del Siglo XVII, y una cajonera de madera es de fines del Siglo XVIII.
De la platería destacamos la Cruz Parroquial, de estilo gótico, datable en el último cuarto del Siglo XV, con añadidos del mediados del Siglo XVI y un ostensorio de plata sobredorada, recompuesto con elementos del último cuarto del Siglo XV y de inicios del XVII. Finalmente, de 1.553 es una campanilla de bronce decoradas con el tema de la Anunciación.
Respecto a los ornamentos, destacamos una casulla y dos dalmáticas de terciopelo carmesí con bordados en oro y sedas de colores, de fines del siglo XVI o principios del XVII.